El presidente electo, Joe Biden, dará a conocer una propuesta de paquete de estímulo este jueves diseñado para reactivar la economía de Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus con un salvavidas financiero que podría superar los 1.5 billones de dólares y ayudar a las comunidades minoritarias.
Biden hizo campaña el año pasado con la promesa de tomar la pandemia más en serio que el presidente Donald Trump, y el paquete apunta a poner esa promesa en acción con una afluencia de recursos para administrar más rápido la vacuna contra el coronavirus y afianzar la recuperación económica.
El Gobierno entrante trabajará con el Congreso para agilizar la aprobación del paquete de estímulo después de que Biden asuma el cargo el 20 de enero, aunque el juicio político a Trump amenaza con consumir a los legisladores en las primeras semanas.
El paquete de estímulo tiene un valor superior a 1.5 billones de dólares e incluye un compromiso de checks de estímulo de mil 400 dólares, según una fuente familiarizada con el asunto. Se espera que Biden se comprometa a asociarse con empresas privadas para aumentar la cantidad de estadounidenses que se vacunen.Una parte importante de los recursos financieros adicionales se dedicará a las comunidades minoritarias. «Creo que se verá un énfasis real en estas comunidades desatendidas, donde hay mucho trabajo por hacer», dijo otro funcionario de la transición.
«Es necesario gastar dinero ahora», dijo la semana pasada Biden sobre un plan que promete «miles de millones de dólares».
Un nuevo paquete de estímulo de 900 mil millones de dólares, con dinero directo a los hogares estadounidenses, fue aprobado a multas de diciembre. La cifra es insuficiente según el futuro presidente, que dijo varias veces que se trata de ayuda «a cuenta».
«Necesitamos más de una ayuda directa a familias y pequeñas empresas», agregó.
Nuevo cheque
Los estadounidenses, que desde inicios de enero reciben 600 dólares por persona en función de sus ingresos, podrían recibir, por lo tanto, un nuevo cheque.
Un monto de mil 400 dólares es evocado como forma de llevar la ayuda total a unos dos mil dólares, como lo desean los demócratas de Biden, pero también -en una rara sociedad- el presidente Donald Trump.
El senador republicano Marco Rubio, cercano al mandatario, envió el miércoles un correo a Joe Biden pidiéndole subir el monto de este cheque directo.
«Sería un mensaje fuerte al pueblo estadounidense si, desde el primer día de su Presidencia, llama (al Congreso) a aumentar el pago directo», de 600 a dos mil dólares, pidió en su mensaje.
Las ayudas por desempleo deberían ser extendidas, así como el apoyo al pago de alquileres.
«Decenas de miles de millones de dólares» son necesarios según Biden para permitir a las autoridades locales y nacionales mantener el empleo de educadores, policías, bomberos y agentes de salud pública. También se necesitan fondos para permitir que las escuelas reabran, según el presidente electo.
El futuro presidente -cuyo partido Demócrata controlará ambas cámaras del Congreso- podría anunciar también un aumento del salario mínimo federal a 15 dólares la hora, más del doble de los 7,25 dólares actuales.
«Digo desde hace tiempo que debemos recompensar el trabajo y no la riqueza en este país», Dijo.
Se desconoce si Biden, cuyo programa de campaña preveía un alza de impuestos para las grandes empresas del país y personas que ganan más de 400 mil dólares por año, hará anuncios sobre tributos.
Otra prioridad del futuro gobierno será acelerar el ritmo de vacunación contra el covid-19, ya que los economistas coinciden en que el ritmo de la reactivación seguirá al de la vacunación de la población.
De todos modos, se requieren meses para que los restaurantes, bares, hoteles o compañías aéreas puedan recuperar un nivel correcto de actividad.
Janet Yellen, nominada a secretaria del Tesoro, encabezará las negociaciones con los legisladores.
Desempleo duradero
El nuevo paquete de ayuda apunta a evitar que la crisis se retroalimente, con un virus que restringe la actividad de las pequeñas empresas y provoca despidos, limitando los movimientos de compra, el consumo y golpeando nuevamente la actividad de las empresas.