Los gastos relacionados con las celebraciones navideñas tienen un significativo impacto en la economía de las familias.

por | Dic 27, 2023 | Estado | 0 Comentarios

Hoy en día, la temporada navideña se relaciona estrechamente con la compra de regalos y cenas, llevando a muchos trabajadores a agotar su aguinaldo e incluso a endeudarse. A pesar de las connotaciones de paz y amor asociadas con la Navidad, los gastos excesivos en regalos y eventos sociales presionan significativamente las finanzas personales.

Según reportes, el gasto promedio por individuo durante esta época es de aproximadamente 19 mil pesos, de los cuales más de la mitad se destina a obsequios. Esto genera tensiones financieras, especialmente entre aquellos que ganan entre uno y dos salarios mínimos, quienes suelen recibir aguinaldos insuficientes para cubrir los gastos navideños y, por lo tanto, recurren al endeudamiento.

Esta presión social de participar en intercambios de regalos y cenas ha sido identificada como una fuente significativa de estrés financiero. Varios trabajadores han compartido sus experiencias, señalando cómo la expectativa cultural de dar regalos ha afectado negativamente sus finanzas personales. Por ejemplo, algunos se han visto obligados a usar sus tarjetas de crédito para cubrir los costos, dejando pocos recursos para otras necesidades o deseos a largo plazo.

Expertos en economía han destacado los riesgos asociados con el gasto excesivo durante las festividades. Juan Alberto Vázquez Muñoz, de la BUAP, advierte sobre las consecuencias a largo plazo, como la incapacidad para enfrentar las obligaciones financieras posteriores o la imposibilidad de invertir en activos más significativos.

Para abordar esta situación, se sugiere la creación de un presupuesto específico para la temporada navideña, así como la consideración de compromisos financieros futuros. Además, es vital priorizar y reconsiderar la naturaleza de los regalos, centrándose más en el gesto que en el valor monetario. Samuel Ortiz Velázquez, de la UNAM, enfatiza la importancia de abordar estos gastos desde una perspectiva más informada y reflexiva, evitando caer en la presión social de gastar excesivamente.