El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda rehabilitación a pacientes que fueron intubados a causa de la COVID-19 y que desarrollaron trastornos respiratorios, de la voz o para deglutir los alimentos. Otras complicaciones relacionadas con la intubación orotraqueal son parálisis de cuerdas vocales, infecciones en la garganta y formación de lesiones tumorales, por la presencia del tubo, como los granulomas.
Durante una sesión en vivo transmitida por las redes sociales del IMSS, la doctora María del Carmen Rojas Sosa, Coordinadora de Programas Médicos de la División de Unidades de Rehabilitación, señaló que las personas recuperadas de la COVID-19 pero que presentan secuelas como dificultad leve al respirar o para hablar fuerte, ronquera o incluso para comer, no deben pensar que se quitan solas o que no tienen tratamiento; por lo que deben solicitar atención médica para su valoración y determinar si es candidato para recibir terapia foniátrica.
Destacó que los problemas de la voz y la deglución son más comunes en pacientes que fueron hospitalizados por la enfermedad respiratoria, aunque se pueden presentar en quienes sobrellevaron la COVID-19 en casa, por lo que también podrían requerir de terapia para sanar.
En cualquier de los dos casos, cuando se presenta esta sintomatología, recomendó acudir con el médico para recibir un diagnóstico preciso mediante evaluación clínica y con apoyo de estudios como la laringofaringoscopía o nasolaringofibroscopía, a fin de determinar el tipo de lesión y recibir tratamiento individualizado, lo que permite que la rehabilitación brinde los mejores resultados en la voz, la deglución e incluso en la calidad de la respiración.
La doctora Rojas Sosa agregó que cuando el paciente no fue intubado, los problemas de la voz y deglución no son muy reconocidos como una secuela de la COVID-19; sin embargo, se pueden presentar por un daño a los nervios que coordinan el movimiento de la laringe. Entonces, si un paciente respira o habla mientras come, el alimento podría ir a la laringe y sufrir sensación de ahogamiento y tos; o cuando llega hasta el pulmón de manera repetida, puede desarrollar neumonía.
Por su parte, el Licenciado Oscar David Jiménez Chávez, fonoaudiólogo adscrito a la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Centro, destacó que si bien el tiempo de terapia y rehabilitación es variable, puede transcurrir meses y hasta un año para que un paciente mejore, lo cual se relaciona con la severidad de la enfermedad respiratoria.
El especialista brindó diversos ejercicios ante trastornos de la voz o deglución que se pueden realizar en casa, en tanto la persona acude con el médico especialista en Rehabilitación o Foniatría.