La cinta Cats, que se estrenó el 25 de diciembre en México,
camina rumbo al fracaso en taquilla, a pesar del elenco estelar que encabeza
Taylor Swift, el gancho que aparentemente atraería al público joven.
La crítica en Estados Unidos se ha encargado de poner por
los suelos a la manada felina. La cinta basada en el musical de Andrew Lloyd
Webber, cuyo costo superó los 90 millones de dólares, ha recaudado desde su
estreno, el pasado viernes, apenas seis millones de dólares, en un fin semana
considerado de los mejores de aquel país.
El sitio Rotten Tomatoes, que recopila las opiniones de los
críticos de los principales medios, la ubica sólo con el 18 por ciento de
aprobación, lo que la coloca en la vía del fracaso.
Además, el estudio de filmación acaba de avisar a los distribuidores
que la copia que están exhibiendo no está terminada, por lo que en breve
recibirán, vía electrónica, una versión actualizada, «con algunos efectos
digitales mejorados», de acuerdo a una nota del diario El País.
A pesar de que, desde los primeros avances, el público ya
ponía en duda la eficacia de los efectos digitales, el potente elenco daba
algunas esperanzas.
La historia de los felinos está encarnada por la actriz
ganadora del Oscar, Jennifer Hudson, el galardonado con un Tony, Ian McKellen,
la gran premiada de las últimas ediciones de los Grammy, Taylor Swift, y la
veterana Judi Dench, que acumula tantas películas como reconocimientos en su
carrera.
Dice la nota de El País que uno de los errores más burdos
tuvo como protagonista a Judi Dench. Cuando la película ya se podía ver en las
salas de Estados Unidos y Canadá el público notó algo raro: en un plano se
mostraba la verdadera mano de la actriz británica.
«No había pelos, ni garras, solo sus anillos y pliegues
humanos. En cambio, los creadores de Cats no consideran error que algunas gatas
tengan pechos femeninos y otras no, que algunos felinos usen zapatos o que
incluso uno lleve un pantalón».
Como ejemplo de la reprobación que está recibiendo la cinta,
el crítico de The Wall Street Journal, John Anderson, escribió que el filme
«artísticamente, es una bola de pelo. No hay una historia que contar, la
música de Webber es inmediatamente olvidable y, como un gato parado en una
puerta abierta, le toma una eternidad llevarte a donde quiere llegar».